Impacto ambiental de la crisis energética

Los precios de la energía se están disparando en Europa, América y Asia. La crisis es a nivel mundial. Durante el momento álgido de la pandemia, los precios del gas natural se redujeron al nivel más bajo en 25 años. Pero eso ya pasó. La economía se está recuperando y la demanda ha aumentado con una oferta más baja que nunca. ¿Esta crisis supondrá una aceleración de la transición energética hacia fuentes renovables?

En España el 75% de la energía que usamos proviene del exterior. La electricidad viene, mayormente, de Francia y un poco de Marruecos. El gas nos llega a través de Argelia y solamente tenemos capacidad de almacenamiento de 3 días de uso.

Hasta el momento, las crisis energéticas que la humanidad ha sufrido se han acabado solucionando mediante una innovación tecnológica, que ha expandido el área de extracción de los recursos. Pasamos de la fuerza humana (trabajadores o esclavos) a carbón y combustibles fósiles. Parece que por primera vez, el área no se puede expandir más. Las expediciones a Marte no están tan desarrolladas como para traer los minerales de allí en un plazo medio. Cuando el recurso ha sido no renovable ha traído a la sociedad desigualdad e inestabilidad, y al planeta residuos y cambio climático. Es momento de cortar este ciclo.

tiempo existencia combustibles

Causas de la crisis energética

En 2015 se negociaba el acuerdo de París que incluía una transición energética a fuentes renovables para luchar contra el cambio climático. A partir de este momento se dejó de invertir en combustibles fósiles, ya que se espera que se acabe su uso en las próximas décadas.

El problema que tienen las energías renovables es que dependen de las condiciones meteorológicas para funcionar. Si no hace viento, las turbinas de los molinos no girarán, y si no hace sol, las placas fotovoltaicas no funcionan. Para asegurarnos energía en todo momento, confiamos en otro tipo de central eléctrica. Si rechazamos las termoeléctricas, porque el carbón contamina tremendamente y las plantas nucleares tampoco nos gustan porque tienen riesgo de explotar y arrasar la zona donde se ubiquen, sólo nos queda quemar gas natural, que aún siendo no renovable genera mucho menos CO2 que el petróleo o el carbón.

Así tenemos un compendio de situaciones que provocan el aumento del precio del kwh.

  • Europa sólo dispone de yacimientos de gas natural en Rusia y la relación UE-Rusia es algo complicada.
  • Las inversiones en combustibles fósiles se ha paralizado → es un recurso cada vez más escaso → sube el precio.
  • La inversión en renovables llega tarde. Casi ningún país es capaz de generar toda la energía que demanda con tecnologías verdes.
  • Las fuentes de energía renovables funcionan sólo cuando se dan ciertas condiciones ambientales y la capacidad de almacenamiento de la energía es demasiado baja. → necesitamos otras fuentes que las complementen.
  • El cambio climático nos trae inviernos más fríos y veranos más cálidos → mayor demanda de energía.

La solución a la crisis energética

Llegar al éxito será alcanzar a adaptarnos a ese nuevo modelo antes de que colapse el sistema. Son muchas las fuerzas y personas que están bloqueando esa transición. Si esperamos a que se termine el petróleo veremos la caída de nuestra civilización, y lo que vendrá después puede ser una involución tan dramática como lo que significó la edad media ante el imperio romano. La solución es conseguir la transición energética de las energías fósiles a las renovables, pero esto es algo que no se puede hacer de un día para otro.

Veamos las posibles soluciones que se están barajando:

  • Volver a invertir en buscar nuevos yacimientos de gas o petróleo → desastre ambiental
  • Invertir en otro tipo de fuente energética que complemente las renovables. Se está intentando con las centrales nucleares. → están vistas con temor por gran parte de la sociedad.
  • Aceptar el aumento de precios. → Europa perdería competitividad y todas/os padeceríamos un empobrecimiento.
  • Bajar el consumo. A nivel individual es controlable, pero en la industria no. Si realizamos cortes de suministro, también se encarecerán los productos de consumo.

Estrategias de transición energética de la Unión Europea

Los países europeos están divididos en 2 en cuanto a su estrategia; el conjunto liderado por Alemania (que incluye España) ha optado por apoyarse en el gas natural mientras las renovables no alcancen a generar toda la energía necesaria, mientras que el grupo liderado por Francia ha optado por apoyarse en las plantas nucleares.

El parlamento Europeo no ha rechazado ninguna de las 2 opciones y  ha propuesto un cambio en la taxonomía de la fuente de energía nuclear y del gas natural para que ambas se consideren ecológicas, y, por lo tanto, puedan acceder a las subvenciones que se prevén para la transición energética, y asegurar el objetivo de emisiones (de gases de efectos invernadero) nulas en 2050. Pero ¿realmente se puede considerar la energía nuclear y el gas natural como «verde»?

¿Qué son las fuentes de energía "verdes"?

Entendemos como energía verde, aquella que tiene un escaso impacto ambiental. Pero la  Comisión Europea piensa incluir toda aquella fuente energética, que permita la descarbonización y no tenga posible sustitución tecnológica a corto plazo. Entre los países miembros hay 2 corrientes diferentes; los que apoyan incluir el gas natural y los que apoyan la nuclear. Éstas son las estrategias que están adoptando los países de la UE para tratar de alcanzar los límites de emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) impuestos.

Según el informe técnico de la comisión europea, la emisión de carbono a la atmósfera para las principales fuentes energéticas es la siguiente:

Según este estudio, el gas natural emite poco más de la mitad de CO2 que el carbón. Aún así es claramente una fuente contaminante. Las centrales nucleares, en cambio, emiten un nivel de gases de efecto invernadero similar a las fuentes renovables, como la hidroeléctrica y la eólica. 

La energía nuclear como complemento a las renovables

En el mismo estudio de la comisión europea vemos que la energía nuclear no emite óxido de sulfuro ni óxido de nitrógeno. Es de las que menos contamina el agua con fosfatos y menos superficie de tierra consume. Es la que menos recursos minerales consume, incluso menos que las renovables.

Con los datos en la mano, podemos asegurar que la energía nuclear es la que menos muertes ha generado, y solamente por accidentes, no como parte de su funcionamiento.

El principal problema de las centrales nucleares es la generación de desechos radioactivos que perduran durante decenas de miles de años y pueden causar daños en el material genético de los seres vivos con los que contactan a corto plazo. Se estima que las centrales de cuarta generación tengan un mayor aprovechamiento de sus fuentes y minimicen en gran medida los residuos, pero no es más que una estimación, y todavía no podemos contar con ello. Hoy en día, los residuos nucleares se confinan secuencialmente en diversos reservorios temporales, primero en piscinas y luego en almacenes secos protegidos de la sismicidad y gestionados por seres humanos, hasta que desaparezcamos. Se están buscando almacenes geológicos naturales, estables e impermeables donde dejar los bidones con residuos de manera segura sin necesidad de nuestra gestión. 

En conclusión, la energía nuclear se la puede considerar verde, en el sentido que no contamina aire, agua ni suelo, pero requiere de una gestión de sus residuos muy segura y de un mantenimiento y gestión de riesgos muy fiable para que no se repitan episodios como el de Chernóbil o Fukushima.

A la espera que la tecnología nos traiga mejores baterías para almacenar la energía eléctrica producida por fuentes renovables, la nuclear es la mejor opción como fuente complementaria, mientras no se complete la trasición energética que nos permita funcionar al 100% con fuentes energéticas renovables. Desde luego, mucho mejor que el gas natural, que contamina de la misma manera que el resto de combustibles fósiles, pero en menor cantidad.

GEI fuentes transición energética

Cómo actuar frente a la crisis energética

A nivel individual podemos realizar ciertas acciones para minimizar el impacto que ésta y futuras crisis energéticas nos traigan.

  • Evita el consumo eléctrico superfluo
  • Optimiza el consumo eléctrico a las horas de mayor producción (menor coste).
  • Apuesta por las fuentes renovables, sea contratando una comercializadora verde (Holaluz, Som energia, Nexus) o instalando placas fotovoltaicas en el tejado o terraza comunitaria.
  • Usa electrodomésticos y bombillas de bajo consumo
  • Usa técnicas para proteger tu casa de los cambios de temperatura para no necesitar poner la calefacción o el aire acondicionado muy a menudo.

Referencias:

https://op.europa.eu/en/publication-detail/-/publication/08f1e63d-a8cf-11ec-83e1-01aa75ed71a1/language-en

https://www.shell.com/energy-and-innovation/the-energy-future/scenarios/shell-scenarios-energy-models.html

 

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