El impacto ambiental de ir en coche

Se estima que la huella de carbono promedio de ir a trabajar en coche es de 4730 kg de CO2 al año.

¿Cuánto contamina un coche?

En España contamos con un parque tan inmenso que hay prácticamente un vehículo por cada dos habitantes. Contaminación que además, se ve incrementada porque muchos de nuestros coches tienen más de diez años, vehículos que, por su antigüedad, consumen más energía y producen mayor contaminación.

En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) establece cuatro distintivos ambientales para los vehículos en función de los niveles de contaminación que emiten. Pretende ser una herramienta eficaz para las administraciones municipales, permitiendo dentro de su política de tráfico la restricción de vehículos en episodios de contaminación o la promoción de nuevas tecnologías. En algunas ciudades es obligatorio disponer del distintivo ambiental para poder circular y estacionar, y se ofrecen otras ventajas como beneficios fiscales o uso de carriles VAO (de alta ocupación) y aparcamientos.

El nivel de contaminación depende de muchas variables como el modelo de coche, las distancias, tipo de motor, la edad del coche, su estado, la manera de conducir, etc.

Aquí os dejo una tabla informativa de las emisiones de carbono para algunos modelos de coche.

Tipo de coche

Emisiones de CO2 (g/km)

4×4

200-390

Monovolumen

190-250

4×4 híbrido

185

Familiar

150-190

Híbrido

104

Utilitario pequeño

99

Como podéis ver, la fuente de energía, el motor y, sobre todo, el tamaño influyen en su impacto ambiental.

tráfico

¿Cómo contamina un coche?

En el caso del tráfico terrestre, y en concreto del vehículo automóvil, las fuentes de energía que necesita para desplazarse son los carburantes. Los carburante provienen del petróleo, y están compuestos por hidrocarburos líquidos ligeros con un alto poder calorífico.

Hoy en día disponemos de varios tipos de combustible, los más frecuentes son el gasoil y la gasolina sin plomo. De estos dos tipos de combustible, el menos contaminante es el gasoil, carburante que contiene mucho menos azufre en su composición que la gasolina. El gasoil, es más barato y contamina menos.

La contaminación ambiental o atmosférica que producen los vehículos de motor está originada por el monóxido de carbono, los gases de escape de los vehículos también contienen óxidos de nitrógeno que son asimismo contaminantes. Otros productos relacionados con el vehículo y que son también altamente contaminantes son: el aceite, el anticongelante, los líquidos de freno y de embrague, etc. Estos productos al caer a la calzada son arrastrados por la lluvia y contaminan las aguas.

Aditivos ecológicos de los combustibles

suministro de carburante

Tenemos 2 posibles; el bioetanol y el biodiésel. Por el momento, se utilizan en pequeñas cantidades como aditivos en los carburantes tradicionales.

El bioetanol es un carburante surgido a partir de materia orgánica fermentada, como puede ser de las plantas de cereales, mayormente maíz. Emite 4 veces menos CO2/kg que la gasolina. Se sirve mezclado con gasolina en proporciones de 5, 10 y 15 %. Algunos motores de gasolina pueden utilizar bioetanol y aparecen en el surtidor de combustible correspondiente a la gasolina como E5, E10 o E85.

El biodiesel, podría definirse como un carburante sintético que se obtiene del tratamiento de diferentes aceites vegetales y grasas animales, como la del cerdo o las gallinas, así como algas. Emite 5 veces menos CO2 que el gasoil. Se sirve en mezclas del 7, 10, 20, 30 %. Puede ser utilizado por motores diésel convencionales, sin ninguna modificación específica de mantenimiento previo. Se puede encontrar en estaciones de servicio con la nomenclatura B7, B10, B20, B30 o B100.

El uso del bioetanol y del biodiesel se suele vender como una opción más respetuosa con el medio ambiente, porqué recicla materia orgánica que previamente ha absorbido CO2, y compensa un 35-46 % las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

En su uso práctico, que se da sobre todo en países como Brasil o EEUU, la obtención de estos aditivos ha provocado la erosión de tierras y abuso de fertilizantes para cultivar un maíz especialmente oleoso, no apto para la alimentación, y se ha incrementado el precio de éste.

Alternativas ecológicas a los combustibles fóssiles

coche eléctrico

Se ha propuesto la fabricación de etanol partiendo de virutas de madera, serrín o pasta de papel. Aunque siendo la materia prima los árboles, no sería de extrañar que provocara más deforestación. También podría producirse a partir de deshechos como residuo papel y mijo perenne (una gramínea de fácil cultivo), residuos urbanos y aguas residuales.

A parte de los aditivos a los combustibles fósiles, tenemos también el gas natural, que no emite partículas sólidas en suspensión, ni dióxido de azufre, por lo que no suelta humo. Sus emisiones de óxido de nitrógeno son menos de la mitad que las del gasoil. El gas natural, como cualquier otro combustible, produce CO2, pero debido a la alta proporción de hidrógeno-carbono de sus moléculas, sus emisiones son inferiores a los anteriores combustibles.

La alternativa real que tenemos a día de hoy al consumo de combustible son los vehículos eléctricos, cuyo impacto dependerá de la fuente de producción de la energía. Si estos coches se recargaran con energía solar sería perfecto, pero esta fuente de energía sigue siendo minoritaria por el momento.

A nivel individual, nuestra mejor opción de coche sería un eléctrico y apostar por energía renovable para cargarlo, siempre que tengamos la posibilidad.

El impacto de las carreteras

No todo el desgaste ambiental del transporte lo causa el coche, hay que considerar también las alteraciones en el medio ambiente de las carreteras. La mayor parte de los problemas se producen en la fase de construcción, altera el medio terrestre donde se va a construir la carretera. Así, podemos tener:

Ocupación física del suelo.

Modificación de los sistemas de drenaje.

Explotación de canteras para extraer materiales.,

Desviaciones temporales o permanentes de cauces de los ríos.

Realización de taludes y terraplenes.

Deforestación de los márgenes y zonas de influencia

Movimiento de tierras.

Voladuras.

nudo viario

Acciones para reducir el impacto del transporte privado

Lo mejor para el planeta es que uséis un utilitario, que un sedán, o que un monovolumen, o que un deportivo.

Pero lo que sería más ideal aún, es deshaceros del coche.

Ir en metro a trabajar un solo día puede ahorrar 9 Kg de CO2. Al cabo del año serían más de 2 toneladas, además resulta mucho más cómodo, práctico y en hora punta, seguro es más rápido que utilizar nuestro vehículo particular.

Si no disponéis de transporte público alternativo, os animo a que compartáis coche con algún/a compañero/a de trabajo, y así el impacto y los gastos se divide entre los 2.

Maneras de ahorrar energía al conducir

Los conductores pueden ahorrar energía mediante un uso eficiente del vehículo y un adecuado mantenimiento del mismo. Aquí os dejo algunos consejos de la DGT:

Arrancar el motor sin pisar el acelerador.

Apagar el motor en paradas de más de 2 minutos.

No cargar el coche en exceso.

Acelerar un motor que está frío lo desgasta mucho y consume mucho combustible.

Conducir con las ventanillas bajadas aumenta el consumo de combustible, disminuye su eficacia en un 3 %.

* Poner el aire acondicionado reduce la eficacia del combustible en un 15 %.

Planear bien la ruta previamente o con ayuda de u GPS hace siempre que recorramos menos kilómetros y consumamos menos.

*Vigilar la presión de las ruedas y su estado de conservación. Unos neumáticos más anchos de lo debido hacen que se gaste más combustible.

Mantener el filtro de aire en buen estado ahorra combustible.

Optar por los motores Diésel, pues reducen el consumo de combustible en un 10%, o por un vehículo con el sistema START STOP. Pero si es posible, comprarse un coche eléctrico, contaminan mucho menos.

* Renovar el parque automovilístico. Se estima que un vehículo nuevo contamina un 95% menos que los fabricados hace 20 años.

Informarse previamente de las zonas de atasco en las vías urbanas e interurbanas y así evitarlas.

Es preferible, de cara al consumo, circular utilizando las marchas más largas y a bajas revoluciones.

Intentar no dar acelerones antes de parar el motor.

No conducir a una velocidad excesiva, pues el combustible empleado va en proporción directa a ésta.

Procurar no utilizar, en lo posible, la baca portaequipajes, pues se estima que aumenta el consumo hasta un 35% más.

Referencias:

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