A menudo me parece que no estamos remediando la crisis climática, porque estamos dando palos de ciego o ponemos parches en vez de soluciones.
En este artículo hago un ejercicio de reflexión usando una técnica conocida en el mundo de la calidad industrial, la técnica de los 5 por qués.
La técnica de los 5 porqués
Los 5 porqués es una técnica que fue desarrollada como parte del programa de calidad de una empresa multinacional japonesa. Es un método de análisis basado en realizar preguntas secuenciales para explorar las relaciones de causa-efecto que generan un problema en particular. El objetivo final de la técnica de los 7 porqués es determinar la causa raíz de un problema para poder solucionarlo de forma eficaz.
Se empieza con un problema y te preguntas el por qué de cada causa hasta que llegues adonde no puedes ir más allá. Entonces habrás llegado a la causa raíz.
¿Por qué hemos llegado a un estado de emergencia climática?
Porque llevamos más de 1 siglo sobreexplotando la Tierra, sacando de ella minerales, combustibles, animales y vegetales a un ritmo mucho más rápido del que se necesita para regenerarse.
¿Por qué necesitamos sobreexplotar el planeta?
Porque consideramos la Tierra un elemento sin vida y a disposición de nuestros intereses y necesidades. Además vivimos en una sociedad que glorifica el dinero y los bienes materiales, por lo que la industria está obsesionada con producir objetos y comida, los gobiernos alientan el aumento de ingresos de las empresas y los individuos están deseosos de adquirir nuevos productos. Se ha generado un sistema económico basado en la creación de necesidades falsas.
¿Por qué necesitamos producir tanto?
Porque hemos dado más valor al dinero y a la posesión material que a otros valores y características mucho más propias del ser humano, como el cultivo de la vida interior, el disfrute de la cultura o la interacción sana con nuestros cohabitantes del planeta.
La sociedad lleva siglos divulgando esta creencia y se nos educa para ser productivos, obedientes y llevar una vida larga y cómoda.
¿Por qué necesitamos comprar tanto?
Porque vemos el acúmulo de objetos como un triunfo social y vital.
El hecho de comprar algo, nos provoca una segregación de dopamina que nos produce bienestar de manera efímera. Para continuar sintiendo ese placer, es necesario seguir comprando.
Lo cierto es que hay muchos más métodos para sentirse bien, realizando trabajo voluntario por una causa que crees justa, aprendiendo nuevas habilidades, compartiendo experiencias con los demás, cuidar de plantas o animales, deleitarte con una pieza artística, reflexionando sobre la suerte que has tenido en la vida y lo mucho que has mejorado, etc. Pero estas actividades no son tan rápidas como entrar a una tienda, coger algo y pagar.
¿Por qué mantenemos este estilo de vida rápido, basado en la producción y el consumo?
Porque cuanta más gente piense así y viva al modo materialista, la economía será más dinámica y el sistema macroeconómico se mantendrá durante más tiempo, los ricos se harán (se están haciendo) cada vez más ricos y los poderosos se mantendrán en sus poltronas.
El ritmo que llevamos para resultar productivas/os no nos permite parar y pensar lo que es realmente un ser humano, lo que hemos perdido por el camino y redefinir los valores que deberían ser importantes.
No nos gusta el cambio, es más fácil permanecer en una situación dañina que buscar una solución desconocida. Estamos incómodos ante la incertidumbre. No nos educan para ser proactivos ni innovadores y llevar una vida totalmente ajena a lo establecido. De hecho, estaría legal o socialmente penalizado.
No sabemos qué es la vida, para qué estamos aquí. Es más sencillo unirnos a la corriente que parar reflexionar sobre lo que hemos visto y experimentado.
Darnos cuenta de quienes somos y lo que queremos, trazar unos objetivos para comprobar si nuestras hipótesis de lo que debería ser nuestra vida son válidas, es un esfuerzo al que pocas/os están dispuestas/os.
El miedo a darte cuenta que has estado equivocada/o toda tu vida, que te has basado en paradigmas erróneos, que has desaprovechado tu tiempo y has hecho caer en tu mismo error a otras personas queridas puede ser paralizante y absolutamente desalentador.
Conclusión sobre la causa raíz de la crisis climática
Parece ser que las causas del estado de emergencia que nos acecha como especie son la falta de consciencia, el miedo, la complacencia, la ignorancia y la presión social.
Como siempre, detrás de un gran problema hay una falta de buenos valores.
En esta situación sólo puedo recomendar como Acción Eco; el autoconocimiento.
Cuando cada individuo se pare a pensar qué está haciendo con su vida, cómo es su relación con sus congéneres, con otras especies, con la naturaleza, entonces, naturalmente aparecerán los problemas concretos y las herramientas que debe potenciar para solucionarlos. Al final, todos sabemos lo que está bien y lo que está mal. Cuando nos empoderemos y sintamos que somos capaces de cambiar nuestra realidad, podremos cambiar el mundo a mejor. Para empeorar las cosas basta con no hacer nada.
Sé el cambio que quieres ver en el mundo
Mahatma Gandhi
