Si utilizas productos menstruales reutilizables, no sólo estarás ayudando al medio ambiente y a tu propia salud, sino que también ahorrarás dinero a largo plazo.
Si te interesa saber cómo sustituir las compresas y tampones desechables, sigue leyendo para conocer algunos consejos útiles.
Te pasas el día entero fuera o te vas de viaje y piensas que lo más práctico es no complicarte la vida y confiar en las compresas desechables. El caso es que las compresas reutilizables y copas menstruales son una forma estupenda de reducir los residuos y aportar un granito de arena al medio ambiente. Cada vez es más sencillo encontrar un baño público que cuente con lavabo individual dónde lavar la copa, o también puedes cambiarte la compresa reutilizable y guardar la usada en su bolsa impermeable. Aunque te sorprenderás de la cantidad de horas que te protege sin necesidad de cambiarla y sin ningún efecto secundario que sí ocurre con las compresas de plástico.
Las ventajas de los productos menstruales reutilizables son numerosas, y una de las más importantes es que generan mucho menos residuos que las desechables, pero también son más saludables.
El verdadero coste de los productos menstruales
Hay que tener en cuenta algunas cosas a la hora de reutilizar los productos menstruales. Adquirirlos por primera vez puede resultar caro, pero como son reutilizables y duran (según fabricantes) unos 5 años, a largo plazo acaban siendo más económicos que los productos desechables.
Las bolsas de compresas desechables nuevas y sin abrir cuestan entre 2-4 euros. Cantidad que gastas cada mes o mes y medio.
Las compresas desechables deben tirarse después de un solo uso, mientras que los productos reutilizables pueden lavarse y reutilizarse durante varios ciclos. Esto significa que los productos reutilizables pueden reducir la cantidad de residuos en los vertederos hasta en un 92%.
Con los productos menstruales reutilizables, también se puede reducir la cantidad de agua necesaria para su producción. Esto significa menos daño al medio ambiente y menos riesgos para el suministro de agua.
A nivel medioambiental, el coste de la eliminación es inmenso. No hay manera de reaprovechar el residuo ni de que se degrade. Así que acaba siendo incinerado o acumulado en los vertederos y alimentando a las ratas.
Además, las bolsas de productos de higiene femenina suelen obstruir los vertederos, canalizaciones y acaban en el lecho de algún río.
No sólo es más barato utilizar un producto reutilizable cada vez que se tiene un ciclo menstrual, sino que también es menos probable que se dañe el medio ambiente.
Productos menstruales reutilizables y tu salud
Hay que tener en cuenta algunas cosas cuando se trata de reutilizar los productos menstruales. Los productos menstruales reutilizables pueden estar fabricados con materiales más duraderos y libres de sustancias químicas tóxicas.
Los aglutinantes y las espumas que se utilizan en las compresas desechables están fabricados con productos químicos derivados del petróleo. Bien sabrás que no puedes usarlo durante muchas horas porque, o bien pierden absorción y dejan de ser útiles, o bien pueden llegar a provocarte problemas como irritación en las mucosas y hasta el síndrome del shock tóxico de los tampones. Estos problemas te los ahorrarás cuando uses productos menstruales reutilizables.
Para concluir
Hay varias razones por las que deberías utilizar productos reutilizables en lugar de compresas desechables.
Para empezar, ayudarás al medio ambiente. Los productos menstruales reutilizables tienen más probabilidades de ser eliminados en un vertedero porque se degradan, mientras que las compresas desechables rara vez necesitan ser eliminadas, ya que simplemente no se desgastan nunca.
En segundo lugar, te estarás ayudando a ti misma y a tu salud al utilizar un producto más respetuoso con tu piel.
Y en tercer lugar, la mayor parte del coste de una compresa desechable nueva se produce al comprarla. Una gran parte de ese dinero acaba en el montón de basura. Ahorrarás dinero a largo plazo si utilizas un producto reutilizable cada vez que tengas un ciclo menstrual.
Acción Eco en tus hábitos de higiene
Si te preguntas si merece la pena cambiar a los productos menstruales reutilizables, la mejor manera de averiguarlo es utilizarlos hoy mismo.
Una vez que experimentes lo fácil que es utilizar productos menstruales reutilizables, verás rápidamente los beneficios de esta práctica. Si estás preparada para empezar a utilizar productos reutilizables, debes tener en cuenta algunas cosas. Ten en cuenta que es algo nuevo y tendrás que acostumbrarte, pero a la larga, merece la pena.
Alternativa Eco a las compresas desechables
Te recomiendo este pack que contiene 20 compresas de diferentes tamaños. Las más grandes son ideales para dormir, las demás son perfectas para el día y las más pequeñas son tipo salvaslip. Son cómodas, bonitas, suaves y no se mueven mucho. Se lavan perfectamente con la demás ropa. Según instrucciones duran unos 5 años, así que ¡ahorrarás más de 200€!.
Tienen como defecto que al montar en bici el corchete se clava, y que son bastante gruesas y se notan.
Las bragas menstruales son innovadoras y cómodas, permiten sustituir hasta 200 compresas desechables al año. La calidad del tejido de algodón orgánico permite su reutilización durante 5 años.
Hay tallas y modelos para todos los gustos.
Son más caras que las compresas, pero tremendamente cómodas y no se notan nada.
Protegen hasta 6-12 horas en cualquier postura.
Las hay con 3 o 4 capas de tejido según el nivel de absorción.
La copa menstrual es un pequeño dispositivo de goma flexible que se introduce en la vagina para recoger el flujo. Es similar al diafragma anticonceptivo, y normalmente se recomienda empezar con un tamaño más pequeño. Puede usarse hasta 12 horas. La capacidad de la copa puede variar, dependiendo de la marca y el modelo, suele estar entre 25 ml y 40 ml. Cómo elegir el tamaño adecuado de la copa: depende de cuánto tiempo quieras que dure la copa. Puedes comprar copas menstruales de diferentes tamaños y probar. También puedes elegir entre una copa más suave o más firme.
Su uso requiere de esterilización, que a nivel doméstico significa que, tras lavarla con agua y jabón, tendrás que meterla en agua hirviendo.
Tendrás que aprender a inserirla, lo que puede resultar difícil si nunca has utilizado una copa menstrual. Si te resulta difícil introducir la copa, es posible que quieras comprar una copa más pequeña.