Hay quien dice que es más importante para la política cómo gastas el dinero que tu voto en las elecciones. No es una frase exagerada. Cada vez que intercambias tu dinero por un producto o servicio, estás apostando a favor de algo, una marca, un modo de producción, una industria, un país.
Valor y precio no es lo mismo
La manera como adquirir, conservar, invertir y usar el dinero es un pensamiento recurrente en nuestras mentes, al menos para aquellas/os que no lo tenemos de forma ilimitada.
El precio de un producto o servicio es fijado a través de la ley de oferta y demanda. Puedes vender algo al precio al que el/la comprador/a está dispuesta/o a pagar, independientemente de lo que haya costado fabricarlo o la importancia de su uso. De ahí que los productos más necesarios como la comida y el agua sean mucho más baratos que objetos innecesarios, a pesar de tener mucho más valor para nosotras/os.
Compra ecológica
Identificar opciones de compra eco-responsable no es nada sencillo dado la cantidad de llamadas publicitarias que recibimos a diario. A menudo, comprar productos ecológicos puede resultar menos económico para el bolsillo. Es necesario un cambio de mentalidad importante, ser conscientes que los recursos naturales nos permiten seguir vivos, más que el dinero.
El ecologismo va de la mano con el minimalismo. Una forma de vida natural también significa deshacerse de cosas superfluas y adquirir sólo aquello imprescindible. Un buen truco es ir a comprar alimentos con una lista y dejar reposar, al menos un día, las ansias de comprar cualquier otro producto.
3 criterios para identificar una compra responsable con el medio ambiente
- Es de proximidad. Así ahorramos la huella de carbono del transporte.
- Certificación ecológica. Hay una organización que asegura su producción eco-amigable.
- Es de temporada (para alimentos).
Banca ética
Es importante tener en cuenta qué hacen los bancos con nuestro dinero depositado. No sirve de nada que tengan fundaciones sociales, si por otro lado invierten en industrias petrolera o armamentística.
Los bancos privados retornan dividendos a sus accionistas, mientras que las cajas de ahorro deberían devolver sus ganancias a la sociedad en forma de becas, proyectos ecológicos o sociales, o ayudas a la investigación. ¿Habéis preguntado a vuestra entidad bancaria qué políticas medioambientales tienen? Pienso que es un motivo de peso para decidir dónde domiciliar la nómina.
En los últimos años se han popularizado algunos bancos llamados “éticos”, cuyos productos no están condicionados exclusivamente al criterio del máximo beneficio, sino a producir un impacto social o medioambiental positivo. En algunos casos, también tienen una estructura cooperativa, de manera que las/os clientes-socias/os pueden decidir a quién se le concede un crédito y en qué sectores invertir.
Inversiones Environmental, Social and Governance (ESG)
Desde hace algunos años se han creado una serie de fondos de inversión hacia empresas con responsabilidad ecológica y social, identificados como ESG. Cada vez tienen más demanda y es una muy buena opción para invertir tu dinero en algo que aporta valor a largo plazo, que no sufrirá penalizaciones por malas prácticas y con la que te sentirás más satisfecha/o.
Estos Fondos tienen en cuenta los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza más allá de la maximización de los beneficios. Los criterios en los que se fijan para invertir en las empresas seleccionadas son concretamente los siguientes:
- Las emisiones de CO2 y su contribución al cambio climático
- Su ayuda al crecimiento de la población
- Su respeto hacia la Biodiversidad y Seguridad alimentaria
- Su cumplimineto de los Derechos Humanos
- El establecimiento de buenas condiciones de trabajo
- La ausencia de trabajo infantil
- Apuesta por criterios de Igualdad
- La calidad de los organismos de control
- Ausencia de corrupción
- Remuneración de sus ejecutivos
- Los derechos otorgados a los accionistas
Las empresas que cumplen con los estándares ESG muestran las siguientes ventajas:
- Tienen un menor costo
- Son más estables
- Sufren menos casos de corrupción y fraude empresarial
Por todas estas características, estas inversiones han demostrado tener buena rentabilidad, incluso, sin ser éste su principal objetivo, y es que, cuando se hacen bien las cosas, de acuerdo a las leyes de la naturaleza, la riqueza llega como consecuencia.
Soberanía económica
Tras la crisis de 2008, se popularizaron algunas monedas locales, con el objetivo de evitar la especulación y fomentar la economía real, basada en el intercambio directo entre productor/a y consumidor/a.
Existen muchas cooperativas de consumo, sobre todo de alimentación, que favorecen la economía local y sin intermediarios
Gracias a las nuevas tecnologías, tenemos la capacidad de dar o prestar nuestro dinero a proyectos que valoremos. Plataformas de crowdfunding nos permiten aportar capital a proyectos, el crowdlending prestar dinero a empresas en las que creamos, y plataformas de mecenazgo con las que dar dinero a artistas o creadoras/es que nos gusten.
En un futuro, quizás no muy lejano, las plataformas blockchain descentralizadas nos pueden permitir hacer uso de nuestro dinero sin necesidad de bancos y hacernos soberanas/os totales sobre nuestro dinero.