En los últimos 20 años las poblaciones autóctonas han perdido de media el 25% de individuos. Cuando las especies afectadas son los polinizadores responsables de la reproducción de las plantas, se pone en peligro toda la red trófica.
La diversidad biológica es la variabilidad de organismos vivos que podemos encontrar en un ecosistema. Lo ideal es que sea amplia, es decir, que haya muchas especies diferentes conviviendo en un mismo lugar.
Un buen nivel de biodiversidad es garantía de bienestar y equilibrio en la biosfera, ya que los organismos son parte de un todo, actúan entre sí y también con el aire, agua y suelo que les rodea.
El modelo socioeconómico que tenemos, que intensifica la obtención de recursos en unas determinadas áreas y abandona otras que habían sido usadas de manera más sostenible está provocando una pérdida de biodiversidad, que algunos especialistas ya la llaman la sexta gran extinción.
La polinización y su influencia en el ecosistema
La polinización es el transporte de los granos de polen desde las anteras de una flor hasta el estigma de una flor hembra. Es un proceso indispensable para la reproducción de la mayoría de plantas.
Hay otras formas de reproducción en las plantas, que no requieren de polinización cruzada (entre individuos diferentes), pero éstas no favorecen la mezcla genética y, por lo tanto, empobrecen la genética de la especie.
La polinización es un servicio del ecosistema sin la cual no se generarían frutos ni semillas.
El 80% de las plantas cultivables requieren de la polinización para su reproducción.
El 70% de la polinización es causada por animales, el otro 30% la provoca el aire y el agua. Los animales responsables de la polinización son, por orden de importancia, los insectos (90%), reptiles y pájaros.
Durante millones de años ha habido una coevolución entre animales y plantas para conseguir una compenetración perfecta que lleve a que una especie concreta de animal se alimente del néctar de una determinada flor y a cambio, logre polinizarla. No cualquier polinizador puede acudir a todo tipo de flores, sólo a aquellas que tienen forma, color, sabor u olor que les resulte atrayente.
Sin polinizadores, no tendríamos comida.

Peligros para la biodiversidad de los polinizadores
1- Fragmentación de hábitats y cambio de uso de la tierra.
La agricultura extensiva de monocultivo provoca grandes esfuerzos para eliminar toda especie que surja en un campo y no sea la deseada. Consecuentemente, los polinizadores no encuentran sus flores favoritas y tienen que buscarlos en otros lugares, o morir.
2- Productos químicos agrícolas.
Los pesticidas industriales son exterminadores de plantas y también de animales, los deseados y los indeseados. Mucho cuidado con pretender eliminar un parásito en una planta, porque puedes estar acabando con la presa del polinizador de esa misma planta.
3- Parásitos y enfermedades.
El empeño en cultivar monocultivos comporta que en un campo sólo hay un tipo de flor. Entonces, los polinizadores sufren déficit alimentario, son cada vez más débiles y cualquier cambio ambiental o enfermedad acabará con ellos. La globalización ha traído nuevos virus contra los que no se pueden defender.
4- Especies exóticas invasoras.
La globalización ha traído nuevos productos y especies escondidas en ellos. Muchos se han convertidos en plagas en los nuevos lugares, ya que no cuentan con su depredador natural.
5- Incapacidad para adaptarse al nuevo clima rápidamente.
El cambio climático ha traído modificaciones de las condiciones ambientales que descompensa la sincronización planta-insecto. Las plantas comienzan a florecer en cuanto la temperatura lo permite, pero sus polinizadores no van a estar a punto para el vuelo hasta que lleguen las horas de luz adecuadas para realizar su metamorfosis. Cada vez es más frecuente esta desincronización y la polinización no se puede llevar a cabo.
6- Colisiones en carretera.
Todas hemos visto el vidrio del parabrisas llenos de cadáveres de insectos en verano, pero ¿a qué cada año que pasa, necesitamos limpiar el parabrisas menos veces?
Acciones Eco para mejorar la biodiversidad de los polinizadores
Recuperar y conservar hábitats realizando prácticas ecológicas para la agricultura como:
- respetar las especies ruderales
- crear márgenes de plantas silvestres rodeando los campos de cultivo
- desbrozar después de la floración
- cambiar pesticidas químicos por remedios naturales
Echa un ojo a esta iniciativa para mejorar el suelo, la biodiversidad y producción de olivos y miel.
Aumentar la disponibilidad de flores y recursos para la nidificación de los polinizadores. Planta flores diversas por doquier.
Apoya iniciativas de reforma agraria que dejen de limitar las especies que han de cultivarse en cada región europea. Sin limitaciones podremos cultivar más diversidad de productos y se reducirán los monocultivos.
Protege a los insectos. Existen hoteles de insectos para que puedan anidar y las larvas tengan su espacio para desarrollarse durante el invierno.
Evitar la introducción de nuevas especies exóticas. Procura comer los alimentos propios de tu zona geográfica, ayudarás a la economía local y al planeta.