La pérdida de bosques y selvas alrededor del mundo no solo se debe a las actividades de gigantes agroindustriales; también es facilitada por instituciones financieras que, con sus préstamos y fondos, sustentan este ciclo destructivo. Una entidad destacada en esta ecuación es el Banco Santander, que ha financiado a empresas vinculadas a la deforestación en Brasil e Indonesia. Sin este apoyo financiero, la magnitud de la destrucción actual sería difícil de sostener.
El Problema: Pérdida Acelerada de Bosques
Cada año, se pierden más de 10 millones de hectáreas de bosques, según informes recientes. Grandes corporaciones de la industria cárnica y de productos como el aceite de palma o la soja se han beneficiado de la explotación de estas zonas. Entre las empresas más notorias se encuentran JBS, Marfrig, Bunge y Sinar Mas, cuyas cadenas de suministro están manchadas de destrucción ambiental. El Banco Santander, al ofrecer millonarios créditos a estas corporaciones, hace posible que estas amplíen sus actividades destructivas.
Consecuencias de la Deforestación Financiada por grandes bancos
La deforestación masiva, sostenida gracias a la inversión de entidades como el Banco Santander, pone en grave peligro tanto a los ecosistemas como a las especies que dependen de los bosques. Además, agrava la crisis climática. Los bosques actúan como «pulmones verdes» del planeta, capturando CO₂ y contribuyendo a mitigar el cambio climático. Cuando el Banco Santander financia la deforestación, no solo contribuye a la pérdida de biodiversidad, sino también a la liberación de enormes cantidades de gases de efecto invernadero, que afectan a la estabilidad climática y las comunidades locales.
¿Qué Se Puede Hacer para Frenar la Deforestación Financiada por el Entidades Bancarias?
Ante esta crisis, es esencial que entidades como el Banco Santander, que financian la deforestación, asuman responsabilidad en sus decisiones financieras. La Ley de Deforestación de 2023 en la Unión Europea establece algunas restricciones para productos derivados de la destrucción forestal, pero es crucial que se incluya también al sector financiero. Solo así se podría frenar el flujo de dinero hacia empresas como JBS y Bunge, responsables de prácticas ambientales devastadoras.
Es ingenuo esperar que instituciones bancarias como el Banco Santander, con un historial de financiamiento de actividades destructivas, lideren un cambio ambiental positivo. Estos bancos han demostrado que sus intereses están alineados con la maximización de beneficios a costa de los recursos naturales y las comunidades afectadas.
Sin embargo, nosotros sí podemos exigir ese cambio. Para proteger los ecosistemas, necesitamos que el Banco Santander deje de financiar la deforestación y adopte un compromiso real con la conservación ambiental. Greenpeace ha lanzado una petición de firmas para demandar que el Banco Santander abandone el financiamiento de corporaciones destructivas y asuma una postura genuina de protección de la biodiversidad.
👉 Únete a la campaña de Greenpeace y exige que el Banco Santander deje de financiar la deforestación. Con tu firma, podemos frenar el flujo de dinero que está destruyendo nuestros ecosistemas. ¡Actúa hoy!