A principios de 2020, empezó a propagarse desde China al resto del mundo un nuevo coronavirus que ha condicionado la vida de la sociedad desde entonces. A la espera de que esta última pandemia termine, recordamos las causas y efectos medioambientales que hemos notado y provocado a raíz de la aparición y consecuencias de este virus.
El coronavirus ha azotado al mundo, como si fuera un huracán global; millones de personas se han contagiado, muchas de ellas han muerto, ha separado familias, ha hundido negocios, se han agotado recursos y se han truncado vías de transporte. Por otra parte, también ha provocado la apreciación olvidada por los cuidados a las personas, el valor de la salud, el altruismo y el apoyo mutuo.
Casi todas hemos tenido que pausar o modificar los planes de futuro que teníamos debido a la pandemia. Se han trastocado los viejos sistemas y maneras de hacer. Cuesta pensar que el mundo vuelva a ser como era. Probablemente, habrá un cambio y depende de nosotras que sea a mejor o a peor.
El origen de los virus en la naturaleza
Diversos estudios han alertado sobre la relación entre las pandemias y la sobreexplotación de la naturaleza. Las pandemias recientes son una consecuencia directa de la actividad humana, que prioriza el crecimiento económico a cualquier precio. Cerca de un 60% de las nuevas enfermedades humanas provienen de los animales.
El coronavirus, se cree que se daba de forma inofensiva entre murciélagos. Al talar los bosques, explotar minas y construir carreteras y granjas donde estos vivían, se favorece un contacto con estos animales y sus parásitos y agentes infecciosos. Además, el cambio climático ha aumentado la diversidad de murciélagos en la región asiática donde presumiblemente han surgido los antecesores del SARS-CoV-2 y su pariente el SARS-CoV-1.
La caza furtiva, el tráfico de especies y su venta en mercados pueden también favorecer estas zoonosis.
No hay que olvidar que la fusión del hielo del permafrost como consecuencia del calentamiento global, puede igualmente, liberar virus y parásitos que están latentes en esos ambientes.
Efectos de la pandemia Covid-19 sobre el medio ambiente
La degradación medioambiental, y el cambio climático no han dejado de ser críticos en estos 2 años de pandemia.
Durante el 2020, las emisiones de gases de efecto invernadero se recortaron un 7%, debido a los confinamientos que sufrimos ese año. El pasado 2021, aumentaron de nuevo, aunque todavía no a los niveles previos a la crisis del COVID-19, ya que todavía perduran muchas restricciones de movilidad.
La mayor limpieza del aire ha provocado una nieve más limpia, lo que favorece la reflexión del calor del sol y baja la temperatura en la Tierra. En grandes urbes la turbidez del agua ha descendido hasta más de un 40%.
Los beneficios de la calidad del aire que estamos notando, a raíz de la catástrofe de la COVID-19, serán transitorios si no se mantienen las transformaciones positivas, como el teletrabajo y la reducción de los viajes en avión.
En otro aspecto, desde el comienzo de la pandemia ha habido un gran aumento de la generación de residuos plásticos: el desplome de los precios del petróleo incentivaron la producción de nuevos plásticos frente al reciclaje. A ello se ha unido un aumento global del consumo de envases de un solo uso para elementos de protección individual desechables, como las mascarillas.
Lecciones ambientales de la pandemia
- Los humanos somos dependientes del medio ambiente. Su degradación nos perjudica a todos los niveles, desde la economía, la libertad de movimiento, y la salud física y mental.
- La responsabilidad de cuidar el planeta para cuidarnos a nosotras, las personas, es de todas y todos. No se puede delegar este deber a gobiernos o empresas, y nadie puede mantenerse al margen.
- Como en el caso del cambio climático, no todo el mundo sufre las consecuencias de la pandemia en la misma magnitud. Las poblaciones con bajos recursos lo pasarán peor.
- Mientras no haya una conciencia colectiva, no resolveremos las crisis. Lo estamos viendo ahora con el surgimiento de nuevas cepas en países donde no han llegado las vacunas tan extensamente como en el primer mundo.
Retos ambientales que nos ha regalado la pandemia
Los efectos vividos a raíz de la pandemia son temporales. La disminución en las emisiones de gases como el CO2 necesitan ocurrir durante un periodo de tiempo más largo y sostenido para que pueda tener un impacto medible en el clima. Las decisiones políticas y recursos planificados deberán afrontar tanto la crisis sanitaria, social y económica, como la ambiental.
Hay reservados unos fondos europeos masivos para combatir los efectos socio-económicos sufridos a partir de la crisis sanitaria, que tienen unos requisitos ecológicos. Esperemos que se utilicen bien y veamos una mejora en el planeta a largo plazo gracias a éstos.
Hemos sufrido, igualmente, la falta de suministros, después de haber deslocalizado la industria hacia Asia. Esa dificultad todavía dura y no sabemos si desaparecerá. Es la hora de volver apostar por una fabricación y consumo local y comunitario.
La pandemia nos está mostrando formas alternativas de hacer las cosas. Nos ha enseñado a valorar el entorno natural, el medio ambiente y el cuidado de la naturaleza, como demuestra el aumento del turismo rural.
A nivel individual, podemos mantener los cambios en nuestros hábitos de producción y consumo para tener un ambiente más limpio y ecológico. Estas mejoras pueden perdurar. Dependen de nosotras/os.
Referencias:
https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/medioambiente/planeta-tras-la-pandemia-mas-sano-o-enfermo/
https://www.iea.org/reports/global-energy-review-2021/co2-emissions
https://www.ocepp.com/post/el-coronavirus-y-sus-efectos-sobre-la-ecolog%C3%ADa
https://www.bbc.com/mundo/noticias-52596472
http://cooperaciocatalana.gencat.cat/ca/que-fem/campanyes/covid-19-cooperacio/cicle-de-webinars/covid-19-medi-ambient/
https://www.eldiario.es/edcreativo/reciclandoadiario/efectos-pandemia-reciclaje-mayor-conciencia-ambiental_1_7298809.html